martes, 1 de noviembre de 2016

¿Qué son las emociones?








La mayoría de autores consideran que las emociones básicas son cuatro: la alegría, la tristeza, la ira y el miedo. Hay otros que le incluyen también el asco y la sorpresa. ¿Por qué se llaman emociones básicas? Porque las compartimos con el resto de animales. Son emociones de las cuales se forman otras más complejas y los sentimientos, como la euforia, la melancolía, la culpa o la vergüenza.

Una emoción es un estado afectivo que experimentamos de manera súbita e 
instintiva ante experiencias de nuestro entorno. Nuestro organismo reacciona ante
las experiencias que tenemos para, a través de las 
sensaciones que nos aporta cada emoción, adoptar un tipo de comportamiento u otro. De esta manera, cada emoción tiene una función específica y nos ayuda a adaptarnos a nuestro entorno.
Las cuatro emociones básicas: ¿para qué sirve cada emoción?
§  La ALEGRÍA nos genera un estado de sensación agradable, a la que le atribuimos un significado positivo, que nos motiva a reproducir tal situación con vistas a sentirnos bien. Así, su función es la de indicarnos qué experiencias son beneficiosas para nosotros y nos lleva a la expansión.
§  La TRISTEZA es un estado de crisis en el que la persona se repliega sobre sí misma para elaborar y digerir aspectos que le producen dolor, normalmente producido por una pérdida. Su última finalidad es la de, mediante el estado introspectivo y el aislamiento, integrar la experiencia dolorosa de una manera saludable, para permitirnos seguir adelante con la vida, con la nueva reconstrucción de la realidad.
La IRA es una emoción que conlleva la destrucción de aquello que nos la provoca. Una buena gestión de esta emoción nos permite poner límites y romper esquemas de aquello que nos perjudica.
§  El MIEDO es una emoción que se caracteriza por una sensación desagradable, junto a una activación fisiológica que nos prepara para gestionar una situación peligrosa de la mejor manera posible. Su respuesta más instintiva es la huida, aunque según la persona y la situación amenazante podemos responder mediante el ataque, la paralización (bloqueo) o la sumisión. Como es una emoción que sentimos ante situaciones de peligro, su última finalidad es la de protegernos y preservar nuestra supervivencia, tanto física como psíquica.
Todas estas emociones son universales e indispensables para nuestra supervivencia. Ya que la naturaleza nos ha provisto de ellas, es importante que nos permitamos sentirlas y expresarlas de manera que no bloquee nuestro flujo emocional. Para ello, es importante la educación y el aprendizaje de una buena gestión emocional, que nos permita el fluir natural de estas emociones en armonía con nuestra sociedad.

Podemos encontrar más información en los siguientes enlaces:


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